Tras una jornada de descanso en los mercadores estadounidenses, el billete verde se fortalece como activo de refugio

El peso mexicano arrancó la sesión de este martes con pérdidas contra el dólar. El tipo de cambio se ubica en el nivel de  19.0856 unidades, lo que significa una variación de 2.21 centavos o 0.11% contra su cierre previo, con datos del Banco de México (Banxico). El peso cae contra un dólar que se fortalece ante señales negativas sobre la relación comercial China-Estados Unidos.

El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo ayer, en una jornada sin actividad en los mercados financieros de su país, que Estados Unidos no está listo aún para firmar un acuerdo que resuelva sus diferencias con China. Los capitales optan por dólares y activos seguros ante la posibilidad de que el conflicto comercial se extienda sin un final próximo.

El índice Fear & Greed, que mide el sentimiento que predomina en el mercado, se ubica en el nivel de 27 unidades. La medida expresa el temor u optimismo en las operaciones por medio de una escala entre cero y 100 puntos, en la que menores registros significan un mayor grado de temor entre los inversionistas.

El Índice Dólar, que mide el desempeño del billete verde contra una canasta de seis divisas de referencia, se ubica en el nivel de 97.74 unidades, con un alza de 0.13 por ciento.

Se apuesta por recorte de la Fed

El dólar como activo seguro se aprecia, mientras la demanda de otros instrumentos que también son considerados refugios seguros aumenta. El rendimiento de los bonos estadounidenses a 10 años subió a 2.27% durante la noche, su registro más bajo desde octubre de 2017. Los bonos a dos años, ligados a los tipos de interés oficiales de la Reserva Federal, cayeron hasta 2.13 por ciento.

La disputa comercial con China aumenta las apuestas por un recorte de tasas de la Fed. La validez de la idea se probará en el transcurso de esta jornada con la publicación de los últimos datos sobre precios de la vivienda y la última lectura del índice de confianza del consumidor.

El Economista