Los empleados deben buscar los medios para llegar hasta los puntos de limpieza.

Sin herramientas suficientes, sin carretillas, sin hidratación, sin guantes y sin calzado adecuado, es como trabajan las cerca de 70 personas en la limpieza del sargazo en la zona oriental de la isla. Un recorrido por los arenales de esta zona de la ínsula, permitió entablar comunicación con los trabajadores, quienes revelaron que ellos mismos deben buscar los medios para llegar hasta los puntos de limpieza, ya que la empresa concesionaria no les provee transporte.

Quienes se han atrevido a reclamar son amenazados con ser reemplazados por una larga lista de personas que están en espera de su empleo. El Gobierno del Estado de Quintana Roo, asignó el 23% del total de los recursos del Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales (FONDEN), para el retiro del sargazo en los litorales de la isla.

Gustavo García Bradley, director de Planeación y Proyectos de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente (Sema) del Estado, estuvo en Cozumel el pasado 22 de junio, fecha en la que iniciaron de manera simultánea la labores de limpieza en los municipios costeros de la entidad.

Aunque se le pidió información sobre el nombre de la empresa a la que el gobierno estatal asignó el programa de saneamiento de playas que cuenta con un techo financiero de 62 millones 573 mil 044 pesos, ese día el funcionario solo contestó que se trataba de una empresa quintanarroense.

El jueves se hizo contacto vía telefónica desde la isla con Paul Cervera, quien forma parte del personal de staff de la Sema, pero este no pudo dar el nombre de la empresa que se beneficia con los recursos federales.

Horas antes, durante un recorrido por la zona de limpieza, Miriam Bautista denunció las malas condiciones de trabajo y se atrevió a hablar, a diferencia de los trabajadores quienes manifestaron que si lo hacían, perderían el empleo pero que sin ser citados aceptaron que están trabajando bajo condiciones difíciles.

El sueldo que van a percibir es de 1500 pesos semanales y de ese monto deben disponer para pagar cada uno 30 pesos de transporte, desde la ciudad hasta la zona de playas. Miriam confesó que apenas era su primer día de trabajo, pero que no volvería el viernes.

“Todos tenemos que comprarnos agua porque ni eso nos da la empresa y el “ingeniero” que nos vigila hasta nos hace fotos cuando nos detenemos a descansar un momento porque nos exigen trabajar sin parar desde las 6 de la mañana hasta las 2 de la tarde”, reveló una de las jóvenes.

Fuente: sipse.com