En otras ciudades se puede conseguir una vivienda a un precio menor, asegura ingeniero civil

CHETUMAL. – La cotización de inmuebles en Chetumal es más elevada que en ciudades de otros estados del país, con una diferencia de hasta 10% en el precio de una vivienda nueva si se comprara en Mérida.

Alicia Gabriela Cervantes Castillo, presidenta de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliario (AMPI), afirmó que una vivienda nueva tipo estándar de 41 metros cuadrados de construcción se vende en Chetumal en hasta 500 mil pesos, aproximadamente, pero la misma edificación se oferta en 450 mil pesos en alguna otra ciudad, como por ejemplo Mérida.

Dicha evaluación del costo se basa en una vivienda básica en zona residencial o de fraccionamiento, de dos recamaras, sala, comedor, cocina y baño.

De acuerdo con los peritajes vigentes que realiza un ingeniero civil afiliado a esta Asociación, el precio por metro cuadrado de tierra en zona residencial en Chetumal es de hasta mil 800 pesos, mayor que en otras ciudades, característica que deriva en que haya un incremento de precio de venta final.

Además, la alta densidad de vivienda orilla a que cada vez sean más altos costos de la propiedad.

Adicionalmente, otro de los factores que inciden en el mercado inmobiliario capitalino son los materiales pétreos y de construcción, cuyos costos son más elevados en la zona fronteriza del sur del país porque las empresas productoras de dichos materiales lo hacen a menor escala, en comparación con otras entidades federativas donde están las matrices, como Yucatán, por ejemplo.

“Si tomamos en cuenta una de las promotoras de vivienda con las que tenemos una afiliación, entre 480 mil y 500 mil pesos, Chetumal es de las ciudades en inmuebles más caros, en otras ciudades se puede conseguir en menos y para los trabajadores es una cifra considerable”.

Las personas interesadas, principalmente trabajadores que quieren aplicar su crédito hipotecario, como el Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado e Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, son los que finalmente deciden adjudicarse el alto costo.

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